¿Recuerdas?¿

¿Recuerdas aquél mundo de cera que construí?
Se derritió, se fundió.
Todo fue mi culpa y así quería que fuese.
Eres inocente, todo esta bien.
Desprecio es lo único que sientes hacia mí, no te culpo, quería que eso sintieras.
Extraño a tu persona, no puedo hacer nada.

Dejemos esto así, algún día el viento se lo llevará.


Lo siento.

No sé

Lo dijiste.
Fue rápido, corto y preciso, todo a último momento. Esperaba que lo dijeses, ansiaba que lo dijeses.
Pero, ¿sabes qué? todo esto me pone a dudar, a dudar más de lo que estaba.
¿Va esto a algún lado? ¿Siquiera se puede denominar “esto”? Es cosa de dos.

Somos dos, pero separados.

Ojalá pudiese decirte qué es, pero no.

Ni yo misma sé. 

Ojalá no te retengas a último momento. Me acostumbre a perder, no sería nada nuevo de todos modos. 

Belleza

No tenía tiempo para poner una mísera gota de maquillaje en mi rostro.
No tenía tiempo para hacer una larga selección de la ropa que iba a utilizar.
El tiempo no se hacía el bueno conmigo.
Llegaba tarde a mi clase, mientras corría comencé a sentir unas gotas caer en mi rostro.
Me mojé un poco, ensucié mis zapatos también.
Llegué y me senté en el medio del salón.

Ese fue el primer día que me dijeron “que linda estas hoy”. 

Cera

Construí un mundo de cera para nosotros, tú y yo más aire.
Tú la derrites, yo la enfrío.
Somos un arcoíris, sin colores, sin olla de oro.
Tú y yo, con aire y más aire.

Tantas cosas que ocupan mi ocio, tantas cosas y sigues cabiendo tú.

Todavía me sigo preguntando
¿Quién eres tú para estar en mi mente así?
Nos dibujé una flor, tú decides si arrancarle los pétalos y dejar que se los lleve el silencio.

Tú decides.

Respira tranquilo, yo ya estoy aquí.