viernes, 26 de marzo de 2010

Do, re, mi, fa, sol.

Hacer, hacer, y hacer. Todo lo queremos hacer. ¿Hacer qué? Todo, todo queremos hacer, aprender a volar sin tener alas, aprender a respirar sin tener nariz, aprender a correr sin tener pies, todo, todo queremos hacer
Una cosa lleva a la otra, y la otra cosa se vuelve a la primera, y ¡BAM!, lo tienes, ¿qué tienes? Todo lo que querías hacer. No, no es sencillo, llevar una cosa a la otra toma el tiempo que es el camino para llegar a la paciencia y la paciencia es camino que se toma para llegar al tiempo, lo mismo. Las cosas nacen de la nada, sin razón alguna, porque sí y porque no, claro esta, podemos cambiar la manera de ser de estas "cosas" por así llamar a los objetivos que queremos llegar.
No te adelantes, necesitas algo importante para llegar a la cumbre, no es la paciencia, es el amor, porque el amor no solo lo respiras, lo vives, lo sientes, lo comes, lo oyes, lo hueles y lo ves; al final llegamos a la conclusion del odio, que solo deriva del amor.
"¿Por qué el amor?" te haz de preguntar, porque el amor es lo que lleva a cabo todo lo que se ha hecho hasta ahora, Napoleón no conquistó lugares por querer ganar poder, sino porque le tuvo amor a su ambición y codisia, que jamás se apartaron de el.
No le importaba el tamaño del título, solo lo que conlleva tenerlo. Al parecer el ser humano no ha cambiado desde aquel entonces.

Sentir el amor es como comer un helado, lo saboreas y te gusta, por lo tanto pides más y más, por eso los niños siempre han de necesitar amor.

"Piano, piano, piano, el sonido de un piano sonaba fuertemente en mis oídos, éramos como dos niños descubriendo lo el mundo, descubriendo todo lo que necesitábamos, experimentando necesidades y sintiendo sentimientos encontrados, tan solo había un camino y nos estábamos ideando mil atajos, capaz en algún otro tiempo esto estaría bien, un chico y una chica que se conocen, sienten florecer sus corazones y tan solo piden que se les ame.



Estábamos envueltos por esa gran capa de misterio y egoísmo, no quería dejar aquel paisaje, aquella persona y aquel lugar, que impresionante es lo fácil que el ser humano se adapta a el amor, y lo que lleva consigo, sube y cae, da vueltas y va de un lado al otro, florece, crece y crece, hasta más no poder, llega a su fin, y con él se lleva lo grandioso de sentirlo y poder saborearlo en los labios. Es como un arcoíris de sensaciones, como una escala de notas, miles de colores, miles de situaciones, pero nada podrá afectar lo que genera, esa paz entre dos personas, ese bienestar y comodidad que se siente al amar, ese libertinaje que se siente al poder decir “te amo”. A veces la gente en realidad no llegaba a darse cuenta de lo que puede llegar a pesar un “te quiero”, cuento de hadas me parece más lo que vivimos que lo que imaginamos, ¿hay algo aun más fantasioso que sentir amor?"

Eso fue lo último que escribí, la verdad lo siento así, total, al final ¿que hemos de ser?, solo seres que necesitan amar y ser amados.